La editora de TED.com, Emily McManus, descubrió en 2014 que después de escribir en la barra de búsqueda de Google “estudiante de inglés que aprendió a hacer cálculos por sí misma”, se le sugirió: estudiante de inglés que se enseñó a sí mismo cálculo?” (Sinha, 2014). El motor de búsqueda de Google ofrece sugerencias de autocompletado y alternativas a las consultas que se parecen a las búsquedas más populares. Según la empresa, la frase “se enseñó a sí mismo el cálculo” se sugirió porque se utiliza más en Internet que “se enseñó a sí misma el cálculo”, por lo que el algoritmo de Google asumió que era correcto (ibíd.). En otras palabras, un sesgo estructural muy antiguo presente en la sociedad que se replicó a través del motor de búsqueda.
