Sistema Federal de Identificación Biométrica para la Seguridad

El Sistema Federal de Identificación Biométrica para la Seguridad (SIBIOS) fue creado por el decreto número 1766/111 del Poder Ejecutivo Nacional Argentino, promovido por el Ministerio de Seguridad Nacional. Su objetivo central es ser el marco para el uso de sistemas biométricos (incluido el procesamiento algorítmico) para mejorar la seguridad pública e investigar delitos penales.

Las organizaciones civiles han lanzado campañas en su contra en Internet. Según estas organizaciones activistas, el nuevo marco conlleva riesgos importantes para la privacidad de las personas. Por ejemplo, las bases de datos de huellas dactilares en poder de la policía solo almacenaban datos pertenecientes a personas sospechosas o condenadas por delitos penales. Como resultado de este cambio legislativo, a la Policía Federal Argentina (PFA) se le encomendó la gestión de una enorme base de datos con huellas dactilares pertenecientes a ciudadanos argentinos regulares, que había estado recolectando como parte del proceso de emisión de pasaportes y tarjetas de identidad.

Tras el nuevo decreto, la Policía Federal tendrá acceso a la base de datos RENAPER, duplicando el número de huellas digitales disponibles para la Policía Federal.

Del mismo modo, a partir de 2012, Argentina comenzó a registrar datos biométricos de recién nacidos con SIBIOS. Se prevé que, a medida que caduquen los pasaportes antiguos y se renueven las identificaciones (y nazcan nuevos bebés), la base de datos SIBIOS crecerá hasta que se registren en ella más de 40 millones de argentinos en los próximos dos años (Rodríguez, 2012).

Pero la iniciativa SIBIOS tendrá un efecto aún mayor que la expansión de la cantidad de huellas digitales digitalizadas a las que tendrá acceso FPA. Se espera que el SIBIOS esté completamente “integrado” con las bases de datos de tarjetas de identificación existentes, que, además de los identificadores biométricos, incluyen la imagen digital de las personas, el estado civil, el tipo de sangre e información clave recopilada en el momento del nacimiento y a través de las diversas etapas de la vida. Además, no solo el FPA tendrá acceso a este nuevo sistema de intercambio de información. SIBIOS está designado para su uso por otras fuerzas de seguridad federales, entre ellas la Dirección Nacional de Migración, la Policía de Seguridad Aeroportuaria y la Gendarmería Nacional, e incluso está a disposición de las entidades provinciales de aplicación de la ley, previo acuerdo con el Estado Nacional.

Sin embargo, no ha habido discusión pública sobre las condiciones bajo las cuales los funcionarios públicos tendrán acceso a los datos. Los partidarios del programa SIBIOS pensaron que daría a las fuerzas del orden un acceso fácil y en tiempo real a los datos de los individuos, pero sigue siendo una cuestión abierta si las garantías habitualmente utilizadas para poner controles a la vigilancia estatal limitarán ese acceso (Ibíd.). Quizás la parte más problemática de esta nueva iniciativa SIBIOS son las tecnologías que la policía argentina intenta aprovechar para explotar estas bases de datos. La FPA, por ejemplo, podrá utilizar sus nuevas capacidades de reconocimiento facial para buscar en el inmenso depósito de imágenes digitales RENAPER con el fin de identificar a las personas en las fotos, y tal vez incluso en las cámaras de vigilancia. La policía argentina también se está equipando con dispositivos móviles de huellas digitales que les permitirán verificar las huellas digitales de cualquier argentino que pase con la base de datos (Ibid.).