Una historia de 2018 sobre el arresto de un ciudadano albanés en Eslovenia ilustra el papel que juegan los algoritmos en la seguridad fronteriza del siglo XXI. El 2 de noviembre de 2018, un hombre albanés intentó ingresar al área Schengen en el aeropuerto internacional Jože Pučnik antes de que un “algoritmo especial” notificara a un oficial de policía de fronteras (AlgorithmWatch, 2019). Después de investigar, la policía descubrió algunos documentos falsos, una transferencia de dinero de Western Union, así como fotografías para obtener un visado falso del hombre (ibíd.). Desde 2017, la policía eslovena ha acumulado una base de datos de registros de nombres de pasajeros de más de 800,000 pasajeros. El sistema busca pasajeros con antecedentes penales y datos sospechosos como comportamiento de vuelo “ilógico o inusual” (ibid).
Actualmente, las prácticas se están discutiendo en los tribunales, y el Defensor del Pueblo esloveno de derechos humanos afirma que dicho sistema carece de una base constitucional (ibid).
