La menstruación, a pesar de existir desde el origen de la humanidad y afectar a la mitad de la población mundial, continúa siendo una gran desconocida en muchos aspectos. Sin embargo, y paradójicamente, desde hace años el control sobre el ciclo menstrual ha sido una fuente de ingresos muy lucrativa en muchos sectores. El último sector en sumarse a esto es el digital, donde la menstruación se ha convertido en ámbito de desarrollo de modelos de negocio basados en datos sobre los ciclos menstruales y la fertilidad de las mujeres y personas menstruantes.
En realidad, estas aplicaciones tienen un gran potencial para contribuir a fomentar la investigación y la educación sobre la salud. Así, a través de las apps de seguimiento menstrual, podemos conocer las fechas de nuestra próxima regla, la duración de los ciclos, los días más y menos fértiles, e, incluso, cuáles son los síntomas más habituales que experimentaremos en cada etapa del ciclo. Este tipo de aplicaciones forma parte de la conocida como Femtech, que ha recibido más de mil millones de inversión en los últimos años. Pero, ¿qué hacen estas aplicaciones con toda la información recopilada?
Hemos estudiado las apps de seguimiento menstrual más utilizadas en España para averiguar cuáles de ellas son las más respetuosas con la privacidad de las usuarias.
Este estudio viene motivado por los recientes acontecimientos que se están produciendo en Estados Unidos derivados de la filtración realizada por el medio de comunicación Politico el pasado mes de mayo, donde se recoge un borrador en el que el Tribunal Supremo se muestra favorable a anular el fallo del caso Roe contra Wade, por el que se legalizó el derecho al aborto en el país en 1973. Mientras países como Colombia o México han regulado recientemente este derecho, Estados Unidos parece deshacer los pasos andados hacia la soberanía de la mujer sobre su cuerpo. En este sentido, la recopilación de datos sobre el ciclo menstrual y, especialmente el hecho de compartirlos con terceros, resulta especialmente peligrosa, ya que puede suponer una vía de acusación y persecución de aquellas personas que se estén planteando recurrir a esta práctica, como está comenzando a suceder en Estados Unidos en base a otro tipo de datos.
Puede parecer, dado que el principal servicio de las aplicaciones de seguimiento menstrual se basa en un sencillo calendario, que estas son inofensivas, pero los resultados del análisis realizado indican que esta idea dista mucho de la realidad.