Facebook ha sido criticado por los académicos de la Universidad Carlos III de Madrid por “explotar comercialmente datos personales sensibles con fines publicitarios a través de las llamadas preferencias de anuncios que revelan los intereses potenciales de los usuarios de Facebook” (Cabañas, Cuevas, Cuevas, 2018). Los algoritmos asignan cuidadosamente etiquetas a los usuarios, creando perfiles únicos que informan a los anunciantes sobre sus intereses y demografía. A menudo estas etiquetas contienen información sensible, como la orientación sexual o el origen étnico. Debido a esto, España multó a Facebook con 1.2 millones de euros por la recolección, almacenamiento y procesamiento para publicidad de dicha información sensible. Sin embargo, este problema afecta a más que a los españoles. Los investigadores han expuesto que el 73% de los usuarios de Facebook dentro de la Unión Europea han sido perfilados con datos personales sensibles (ibíd.). Esto constituye aproximadamente el 40% de la población total de la UE (ibíd.). Los usuarios de Facebook a los que se les han dado preferencias de anuncios sensibles están expuestos a graves responsabilidades en materia de privacidad, ya que sus identidades podrían ser fácilmente descubiertas a través de medios baratos como son los ataques de phishing (ibíd.).
