El afán de lucro de la industria de los seguros de automóviles ha dado lugar a soluciones innovadoras para conseguir nuevas fuentes de ingresos, una de las cuales es instalar dispositivos de rastreo de geolocalización en los automóviles para vender los datos a terceros. Los dispositivos registran una serie de indicadores de conducción que incluyen velocidad, uso de frenos, tiempo y distancia recorrida. Estos datos, a su vez, son utilizados por los algoritmos para crear perfiles de conductores que se venden a las compañías de seguros que fijan las primas de seguro individualizadas.
Existen dos problemas importantes con respecto al uso de dispositivos de seguimiento: voluntariedad y privacidad. Actualmente, la opción de utilizar los dispositivos de rastreo es voluntaria, pero los descuentos del seguro que se reciben al activarlos son sustanciales. De esta manera, las compañías de seguros pueden aprovecharse de los usuarios con menos ingresos para que den su consentimiento a las prácticas que venden su ubicación y otros datos personales a innumerables actores privados. De manera similar, la gente sabe poco sobre las prácticas de recopilación, almacenamiento y procesamiento de datos utilizadas por las empresas y sus efectos sobre la privacidad del usuario. Algunas compañías afirman que no rastrean los datos de ubicación, aunque, dada la falta de transparencia de dichos sistemas, no hay forma de verificarlo. De hecho, algunos indicadores apuntan a que Progressive Insurance estaría monitoreando y almacenando datos de ubicación (ibid).
