Sistema algorítmico de entrada coordinada de los sin techo de Los Ángeles

La ciudad de Los Ángeles desarrolló en 2013 un sistema de entrada coordinada (CES, Coordinated Entry System) para administrar la asignación de viviendas a las personas sin hogar. El CES se basa en el enfoque de “housing-first”, cuyo objetivo es, en primer lugar, conseguir un techo para las personas sin hogar y, en segundo lugar, prestar asistencia de otras maneras. Primero, se les pide a las personas sin hogar que completen una encuesta, que recopila su información y la organiza en una base de datos. Luego, un algoritmo clasifica los casos en un “índice de vulnerabilidad” para que aquellos que más necesitan vivienda sean ayudados primero (Misra, 2018).

Aunque se puede argumentar a favor del principio de priorización de la CES (sólo en el condado de Los Ángeles hay 58.000 personas no alojadas, y actualmente no hay suficientes recursos de vivienda para todos), se ha descubierto que la encuesta obligatoria hace preguntas privadas e incluso intencionadamente criminalizadoras sobre comportamientos sensibles. Por ejemplo, pregunta: “si está teniendo relaciones sexuales sin protección, si está intercambiando sexo por dinero o drogas, si está pensando en lastimarse a sí mismo o a otros, si le está administrando drogas a otra persona, si hay una orden de búsqueda vigente sobre usted “(ibid). Las personas que responden afirmativamente a estas preguntas, generalmente reciben una puntuación más alta en el índice de vulnerabilidad, lo que les da una mayor prioridad de vivienda (Misra, 2018).

Se solicita a los solicitantes que firmen un extenso documento de consentimiento informado, pero los académicos cuestionan si el desequilibrio de poder de la situación invalida la voluntariedad del formulario de consentimiento. Además, al firmar el formulario de consentimiento, los solicitantes aceptan compartir su información confidencial en una base de datos que incluye una gran cantidad de entidades asociadas (ibid). Los solicitantes anteriores pueden pedir que se les elimine de la base de datos, pero el proceso por el que lo pueden hacer no está realmente claro, y parte de la información permanece en la base de datos. La académica Virginia Eubanks estudió de cerca el CES y teme que el sistema actúe como una ‘anulación de la empatía’: ofusca la terrible realidad de que Los Ángeles necesita proporcionar más viviendas a las personas sin hogar y externaliza las decisiones difíciles a las máquinas porque son demasiado dolorosas para tomarlas los humanos (ibid).