Las citas online tienen un problema de prejuicios raciales. Por ejemplo, en una plataforma de citas online los afroamericanos tienen 10 veces más probabilidades de contactar a los blancos que viceversa (McMullan, 2019). En 2014, OKCupid descubrió que las mujeres negras y los hombres asiáticos tenían las mayores probabilidades de recibir una calificación sustancialmente más baja que otros grupos étnicos, mientras que las mujeres asiáticas y los hombres blancos tienen más probabilidades de tener una calificación alta (ibid).
Este sesgo racial preexistente solo se amplifica por los algoritmos utilizados por las webs de citas. Investigadores de la Universidad de Cornell descubrieron que la raza juega un papel frecuente en la asignación de parejas en los sitios de citas, ya que diecinueve de los sitios solicitan a los usuarios que den su propia raza o etnia, once sitios piden a los usuarios la etnia preferida de una pareja potencial y diecisiete sitios permiten a los usuarios filtrar las parejas potenciales por raza y etnia (McMullan, 2019). Traducción realizada con la versión gratuita del traductor www.DeepL.com/Translator Dado el secreto que rodea los algoritmos, es imposible determinar si usan la raza o el origen étnico como factores. La mayoría de las plataformas dicen que no lo tienen en cuenta. Sin embargo, algunos sitios, como Tindr, por ejemplo, se rumorea que indexan a sus usuarios de acuerdo con el atractivo relativo, una medida subjetiva que es increíblemente sensible a los prejuicios raciales de la sociedad (ibid). El problema racial de las aplicaciones de citas online evidencia aún más cómo los sesgos estructurales pueden impregnar los algoritmos, independientemente de la intención.
